Caritas entiende la sensibilización y
la denuncia como la dimensión profética de su labor. Acompaña los
efectos de la pobreza y, al mismo tiempo, denuncia públicamente las
causas que la generan. Cada sociedad pone en juego opciones
fundamentales sobre el modelo de sociedad y el modelo de ser humano, y
tales opciones hacen referencia a unos determinados valores, una
determinada cultura y una determinada ética. La denuncia implica
redefinir los conceptos y valores que estructuran la sociedad y que dan
fundamento a la propia cultura.
Estamos ante el desafío de resolver adecuadamente los binomios poseer /
compartir, ser / tener, ética / estética para lo cual hay que
explicitar qué valores alternativos son exigibles que gobiernen "otra
lógica" de sociedad distinta a esta que genera exclusión y pobreza.
A la hora de abordar esta tarea, partimos de una serie de criterios:
1. La persona como eje (y no la competitividad para la productividad) y
calidad frente a cantidad. Esto significa que la consecución de la
calidad social no se resuelve en la cantidad como eje articulador de lo
social y lo económico, de tal forma que las situaciones existenciales y
sociales de SER no sólo no se ahogan en el TENER, sino que dan nuevo
sentido a esta dimensión existencial del ser humano.
2. Los
derechos humanos como criterio (y no la máxima rentabilidad inmediata),
frente al economicismo. Así, la garantía, la promoción y el desarrollo
de los derechos y la satisfacción de las necesidades humanas como eje
articulador del compartir y el poseer, realizan la dimensión del HACER.
3. La participación y el crecimiento de los grupos humanos, sus
organizaciones y su cultura como finalidad (y no el PIB como paradigma).
Esto significa la primacía de grupos y tejido social frente a
corporativismo e individualismo insolidario, y la promoción y
potenciación de espacios de acogida y humanización y de vínculos de
solidaridad y de inserción (de lo que la promoción de grupos y la
participación social son expresión visible), todo ello como eje
articulador de la cooperación y la responsabilidad individual,
realizando así la dimensión del ESTAR y construyendo un tejido social y
solidario como elemento catalizador del desarrollo humano.
Caritas sabemos que el auténtico desarrollo pasa por la SOLIDARIDAD
como construcción moral edificada en tres pilares: sentimiento
compasivo, actitud de reconocimiento y valor de universalidad. Con una
práctica liberadora, cercana y cotidiana, de compromiso socialmente
relevante por los demás. COMPARTIR frente a poseer. Esto posibilita una
sociedad inclusiva. La profecía, en la historia de la Iglesia, consiste
en pronunciar públicamente aquellas palabras que desvelan los intereses
generados por los grupos de poder y las dinámicas que imposibilitan el
acceso a los derechos y las oportunidades básicas a una extensa capa de
población.
Para ello, Caritas realiza campañas de
sensibilización; presenta ante los medios de comunicación todas sus
acciones cotidianas; involucra en procesos de formación a los agentes
que profundizan así en las causas de la pobreza; actúa en las redes
sociales; realiza acciones de calle y promueve obras culturales y
artísticas cuajadas de contenido social.
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